Todos tenemos una atracción ancestral a la madera, que llega hasta nuestros días y además ahora está de moda; si no te lo crees sólo tienes que consultar la lista de los libros más vendidos en Amazon, donde aparece por sorpresa El libro de la Madera, un ensayo del escritor noruego Lars Mytting que nos habla del amor a la madera y de la relación casi mística que tienen los noruegos con sus bosques. En los países escandinavos la madera es casi una religión, un estilo de vida.
Pero en esta entrada quería hablar de madera y de fuego, del olor y sabor ahumado que un buen fuego de leña le da a cualquier carne, pescado o verdura. Es algo que nos atrae por instinto, y nos conecta con nuestros orígenes. El ser humano empezó a civilizarse cuando pudo controlar el fuego y cuando descubrió que los alimentos eran más digeribles y sabrosos cuando pasaban por la llama divina. Por eso, el fuego era algo tan importante en los primeros tiempos y era objeto de culto en muchas culturas.
En Pintxo Kalea se sigue el culto a la madera y al fuego, y yo me declaro un ardiente y devoto seguidor.
Toda su cocina gira en entorno a su fuego de leña, fuego que alimentan con distintos tipos de maderas que puedes ver en su forma más "troncal" en su acogedor comedor. Yo como creyente en la madera y el fuego, contemplo con devoción esos troncos como un cristiano puede venerar al Ecce homo en una iglesia, o como un budista adora a Siddarta en un templo tibetano. Ommmmm!
Desde la misma barra puedo ver la cocina y las fogosas brasas por donde pasan generosos chuletones, plateados lomos de bacalao Skrei de temporada, voluptuosos pimientos, deliciosas setas con foie y hasta carnosos mejillones con un toque picante que los hace aún más adictivos.
Cualquier lugar de culto que se precie debe tener buen vino. La carta de vinos del Pintxo refleja una selección cuidadosa y actualizada de las denominaciones más comunes, como Ribera del Duero, Rioja, Somontano... y también cuenta con una buena representación de vinos de Alicante. Con frecuencia me dejo aconsejar y descubro nuevos vinos que abren mis horizontes vinícolas.
Para terminar la comida, siempre caigo en la misma tentación. Mi pecado es un postre que se hace llamar "¡Ahivalahostia!"; una torrija con dados de membrillo, queso Iriazabal y helado de pacharán. Su nombre lo dice todo.
Si queréis disfrutar como un dios, sea de la religión que sea, os recomiendo la visita.
Más info en su página web en Facebook: www.facebook.com/RestaurantePintxoKalea
Pintxo de Foie micuit y Mejillones a la leña |
Ensalada de brotes con jamón de pato y granada |
Txuletón a la leña |
Solomillo de ternera a la leña con foie y setas |
Bacalao a la leña |
Arroz con leche con helado de mantecado |
¡Ahivalahostia! - Torrija con dados de membrillo, queso Iriazabal y helado de pacharán |